martes, 16 de febrero de 2016

TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO, TOC, Y EROTISMO ANAL

Hola, bienvenidos a la Consulta de Psicoanálisis de Virginia Valdominos. Hoy vamos a hablar del erotismo anal y su relación con el Trastorno Obsesivo Compulsivo o TOC y con algunos rasgos de carácter de la personalidad.

Los analistas comparten unánimemente, y hace ya mucho tiempo, la opinión de que los múltiples impulsos instintivos reunidos bajo el nombre de erotismo anal integran extremada importancia para la conformación de la vida sexual y de la actividad anímica en general.

Los instintos sexuales humanos son complejos, los denominamos pulsiones, Y son complejos porque están formados por diferentes componentes: la boca, el ano, los genitales, a las que llamamos zonas erógenas.
El Dr. Sigmund Freud descubrió las fases del desarrollo libidinal o psicosexual en el ser humano que se diferenciaban unas de otras por la primacía de unas zonas erógenas sobre otras. Una de estas fases es la anal, que coincide en el tiempo con la capacidad del niño para retener y expulsar las heces y el control de esfínteres anales y la constitución en la vida psíquica de algunos rasgos de carácter y de la personalidad adulta que serán más o menos acentuados en función de su fijación o la regresión a esta fase del desarrollo libidinal.

Durante la fase anal, el niño juega con sus heces, no siente asco por la suciedad, pero después en el periodo de latencia, periodo donde se producen los “anticuerpos de la vida anímica”: el pudor, la repugnancia y la moral, se reprimen esas tendencias infantiles.

Una de las manifestaciones más importantes del erotismo anal se nos ofrece en la valoración personal del dinero valiosa materia que en el curso de la vida ha atraído a sí el interés psíquico primitivamente orientado hacia el excremento, o sea hacia el producto de la zona anal. Se hallan así relacionados el amor al dinero y la defecación. La significación más temprana del excremento es la de regalo. El niño no conoce más dinero que el del regalo, ni propio, ni ganado, ni heredado. Y como la caca es su primer regalo transfiere el interés por esta materia a otras que le salen al paso en la vida. El estreñimiento estaría del lado de la avaricia y la diarrea, del lado del despilfarro.  La minuciosidad y la obstinación  también reciben de las fuentes anales importantes aportaciones.

El sadismo y el erotismo anal también están muy relacionados.

Para lo inconsciente hay elementos que pueden considerarse equivalentes o intercambiables que son: excremento, dinero, regalo, niño y pene.

La defecación se le plantea al niño como una primera decisión entre un amor narcisista y el amor a un objeto. Cuando expulsa lo hace como sacrificio al amor y cuando lo retiene lo hace como una satisfacción autoerótica y como una afirmación de la voluntad personal. Esta segunda conducta se va a constituir como obstinación y desafío.

El importantísimo papel que los impulsos de odio y erotismo anal desempeñan en la sintomatología del Trastorno Obsesivo Compulsivo ha sido observado por muchos investigadores (en nuestro próximos artículos profundizaremos en el sadismo en el TOC).

Los instintos parciales sádico-anales han vuelto a arrogarse en el TOC la representación de los instintos genitales, a los que precedieron en la evolución.

Como ejemplo expondremos el caso de una paciente cuya vida sexual comenzó en la más tierna edad infantil con fantasías sádicas de flagelación. Después de la represión de estas fantasías se inició un período de latencia que se prolongó más de lo corriente y en el cual alcanzó la muchacha un alto desarrollo moral sin que despertase en ella la sensibilidad sexual femenina. Con su temprano matrimonio se inició para ella un período de actividad sexual normal, felizmente prolongado a través de una serie de años, hasta que la primera gran privación (el conocimiento de que su marido no podría darle hijos) trajo consigo la neurosis histérica. La subsiguiente desvalorización de su vida genital provocó la regresión de su vida sexual a la fase infantil del sadismo. En estos otros casos, una vez establecida la organización sexual que contiene la disposición a la neurosis obsesiva, no es ya superada jamás; en nuestro caso ha sido sustituida por la fase evolutiva superior y vuelta luego a activar, por regresión, desde esta última.

Además de resaltar la primacía del sadismo y del erotismo anal en el TOC  debemos atender en próximos capítulos la importancia  del instinto de saber tan llamativo en el TOC, siendo en el fondo, un aspecto sublimado y elevado a lo intelectual del instinto de dominio. Su repulsa en la forma de la duda ocupa en el TOC un importante lugar. Que estudiaremos en próximos capítulos.


Otro aspecto muy importante del TOC a tener en cuenta es la fase de la evolución del yo, en la que surge la fijación, tanto como la de la evolución de la libido. Por ahora nos hemos centrado en esta segunda pero también vamos a estudiar los estadios evolutivos de los instintos del yo ya que el yo juega un importante papel en la represión de las tendencias infantiles y parece que una anticipación temporal de la evolución del yo a la evolución de la libido supone una disposición al TOC. Porque obliga a una elección del objeto en un período en que la función sexual no ha alcanzado aún su forma definitiva, dando así origen a una fijación en la fase del orden sexual pregenital.  Por eso los pacientes Toquianos han desarrollado una supermoral para defender su amor al objeto amado contra la hostilidad acechante detrás de él, ya que el odio es precursor del amor. 

Virginia Valdominos Pastor
Psicoanalista
Tfno. 664222008
Email. virginia.valdominos@gmail.com

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